Книга - La Conquista De Glouster

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La Conquista De Glouster
Enrique Laurentin


Los Territorios de Ramsary se encuentran bajo el dominio y las decisiones tomadas en su ciudad Capital, Elsum. Desde allí el Primer Ministro de Ramsary, Alex Cliff ejerce su poder de manera despótica sobre los demás territorios, aprovechándose de que ostenta un cargo anacrónicamente hereditario que no solo le otorga el privilegio del poder sino la hegemonía de su ejercicio sin piedad alguna hacia ningún habitante, lo que ha encendido una creciente molestia y odio de la mayoría de los habitantes, quienes en la intimidad de sus pensamientos anhelan cambios para un futuro más próspero y mejor.

Los habitantes aspiran alcanzar mejores condiciones de vida en todos los territorios que una vez fueron motivo de alegría, felicidad y progreso, La Gema del Oriente como antiguamente se conocía en todo el mundo oriental, el Gran Ramsary.

Luego de muchos años, algo se está gestando silenciosamente pero a pasos agigantados para forzar ese anhelado cambio…







La Conquista de Glouster

La Liberación de los Territorios de Ramsary

Libro Uno



Enrique Laurentín


Copyright © 2021 Enrique Laurentín

Todos los derechos reservados.


DEDICATORIA



Durante el transcurso de la redacción de este libro, experimentamos muchos desafíos, logramos descubrir cómo evolucionamos los seres humanos, las situaciones que enfrentamos durante esa evolución y las cicatrices que van surgiendo a medida que avanzamos. Este libro es para todas aquellas personas que llevan las marcas del viaje de la vida. Las vivencias individuales, en su mayoría hermosas, cuéntelas con orgullo porque significan que ha crecido y que es más fuerte que cualquier persona que intentara compararle.


Introducción



Los Territorios de Ramsary se encuentran bajo el dominio y las decisiones tomadas en su ciudad Capital, Elsum. Desde allí el Primer Ministro de Ramsary, Alex Cliff ejerce su poder de manera despótica sobre los demás territorios, aprovechándose de que ostenta un cargo anacrónicamente hereditario que no solo le otorga el privilegio del poder sino la hegemonía de su ejercicio sin piedad alguna hacia ningún habitante, lo que ha encendido una creciente molestia y odio de la mayoría de los habitantes, quienes en la intimidad de sus pensamientos anhelan cambios para un futuro más próspero y mejor.

Los habitantes aspiran alcanzar mejores condiciones de vida en todos los territorios que una vez fueron motivo de alegría, felicidad y progreso, La Gema del Oriente como antiguamente se conocía en todo el mundo oriental, el Gran Ramsary.

Luego de muchos años, algo se está gestando silenciosamente pero a pasos agigantados para forzar ese anhelado cambio…


Capítulo Uno



El trinar de las aves anunciaba la llegada de un nuevo amanecer, la oscuridad que le precede comenzaba lentamente a disiparse a medida que la intensidad de los trinos iba en aumento, inundando el ambiente y despertando a todos los seres que hacían vida común en Crestor. El olor a leña quemándose comenzaba a inundar el aire de la ciudad activando todos los sentidos, mientras el aroma a café y comida en cocción conquistaban espacios, propiciando la vigorización de cada calle, cada casa y cada ser. Nuevas oportunidades encapsuladas en un lapso de 24 horas brindaban ilimitadas posibilidades a todos.

Crestor se encontraba al oeste de Elsum, era la ciudad más pequeña de los territorios de Ramsary y se había caracterizado siempre por ser la ciudad más innovadora y productiva de todos los territorios occidentales, orientales y remotos a lo largo de la historia, junto con Lambar, Glouster y Elsum conformaban las mayores ciudades de los territorios de Ramsary junto con todas las villas y pueblos. Su producción agrícola y sus adelantos tecnológicos alcanzaban para abastecer a los demás territorios, además de que su infraestructura deportiva contaba con los mejores campos deportivos de todos los territorios, tenía fama de producir a los más connotados líderes del país. Sus habitantes eran personas alegres, dinámicas y siempre dedicadas a sus tareas.

Poco a poco los habitantes se incorporaban a sus actividades cotidianas, mientras tiendas y mercados abrían a la actividad. Y así como despertaba la ciudad, los cuarteles militares y las oficinas oficiales. Mientras los habitantes poco a poco se trasladaban a sus trabajos, un grupo de militares corría en una perfecta formación acompasada con cánticos guerreristas que exaltaban la combatividad de la fuerza. Y así comenzaba a avanzar un nuevo día.

Más tarde, en el comando general de Crestor discutían los Sub Comandantes con el comandante general acerca de la importancia de los próximos juegos inter ciudades pautados para un mes más tarde a partir de ese día. Esos juegos siempre sirvieron para mantener la cordialidad entre los habitantes y las fuerzas vivas de cada una de los territorios de Ramsary, reuniendo no solo a aficionados y deportistas sino a las fuerzas militares, policiales y políticas de cada uno. Permitieron debatir tras los bastidores olímpicos los sucesos que podían estar afectando a cada territorio y las consecuencias generales en los demás territorios y sus poblaciones.

En la Sala de Operaciones del Comando General de Crestor, el Comandante General Lionel Sangma presidía y escuchaba la disertación que el Sub Comandante Bernard Dartnell exponía dando los detalles acerca de la logística para cubrir el evento deportivo programado, trabajaban con la anticipación correcta para no omitir ningún aspecto. El grupo atento a la exposición concentraba sus miradas en las cifras que ilustraban la narración pertinente, mientras en sus mentes desplegaban los diferentes recursos en cada área, trazando sus propias estrategias.

La ciudad ya despierta y sumida en los quehaceres cotidianos de la economía, las amas de casa seleccionando y adquiriendo víveres, flores y demás productos necesarios para mantener la calidad de vida de cada familia.

“¡Buenos días alegría!” saludaba efusivamente Lexi al entrar a cada establecimiento, dando inicio a una especie de ritual que consistía en revisar los abarrotes ofrecidos para seleccionar o no lo que pudiera necesitar. Luego al completar sus revisiones, entablar cortos diálogos con el tendero y dando ojeadas a los alrededores para verificar que no olvidara nada antes de continuar su camino hacia el “Café Antiguo Crestor” a reunirse con su gran amiga Ava, con quien había acordado compartir un café y panecillos típicos del lugar. Continuando así su ritual entre ristras de ajo y expendios de frutas de todo tipo y colores, cultivadas por los Biogrunts más dedicados y especialistas en producir las frutas y vegetales de mayor calidad y más altos aportes de nutrientes para garantizar la salud de sus consumidores, especialmente de los afortunados habitantes de Crestor.

El aroma de café y de especias sobre fondo de madera abrazó a Lexi a su llegada al “Café Antiguo Crestor”.

“Bienvenida al Café” Saludó atentamente una joven anfitriona.

“Hola, Buenos días, vengo a encontrarme con una amiga que me espera en el segundo salón”

“Adelante, siéntase como en su casa, y si necesita cualquier ayuda o información, no dude en llamar mi atención que allí estaré”

Desplazándose entre las mesas multicolores se dirigió al lugar acordado la última vez que se reunieron.

“¡Lexi! Escuchó su nombre al acercarse a la mesa acordada mientras su gran amiga Ava se ponía de pie para recibirla con un gran abrazo, apartando luego una de las sillas aledañas e invitándola a sentarse, mientras ambas se acomodaban hizo señas a uno de los camareros del lugar, un joven que apenas estaba abandonando la adolescencia, para ordenar dos raciones del llamado “Vigoroso” el cual consistía en una enorme taza de café y panecillos con queso y mermelada que aportaban un chorro de energías a quienes lo consumían, preparándolos para asumir cualquier día de actividades que tuvieran que enfrentar.

“Amiga estoy muy contenta de verte y de que podamos compartir parte de nuestras vivencias” Comenzaba la conversación Lexi, mientras Ava le veía con mucho entusiasmo. “Estas conversaciones son un ingrediente invaluable para nuestra tranquilidad y avance siempre. “Sí, nuestros esposos dedicados en sus comandos y nosotras haciendo nuestra parte”

“Jamás imaginarán cuan valioso será nuestro aporte” respondía Ava con mirada brillante y ambiciosa.

Las carcajadas no se hicieron esperar, mientras la orden llegaba de manos del mismo joven mozo que la había tomado y se obligaban a reprimir el despliegue de alegría ante su llegada. Dos platos con panecillos glaseados con mermelada y tiras de queso hermosamente acompañados de una gran taza de café achocolatado y aromatizado con especies de la zona cada uno. Ava abrió sus ojos grandemente mientras Lexi levantaba sus manos en señal de triunfo al recibir tan atractivos platillos.

“Amiga, disfrutemos este manjar, antes de que ocurra cualquier cosa. Esto es un pedazo de cielo que no debemos hacer esperar” Comentó Ava todavía con sus ojos ampliamente abiertos en señal de gran sorpresa.

“¡Siii, a por ellos!” respondió Lexi mientras echaba mano de uno de los panecillos, partiéndolo en mitades para engullir con un gesto exagerado la primera mitad. Poniendo sus ojos en blanco mientras el delicioso sabor se apoderaba de todos sus sentidos.

“Lexi, si algo extrañaré algún día en caso de no tenerlos, serán estos deliciosos panecillos”

“Esa sería una triste realidad amiga” respondía Ava viendo hacia los platos mientras cerraba sucesivamente los ojos.

A esa hora, ya muchos Biogrunts adornaban los campos de cultivo atendiendo afanosamente las diferentes plantaciones, los arados y cada planta, mientras otros verificaban la calidad de las aguas destinadas a los cultivos y otros más cuidaban de la naturaleza alrededor de los cultivos para garantizar que la armonía con la naturaleza y la calidad inigualable del agua incidiera sobre los productos cultivados como era ya una tradición en la realización de sus tareas. Mientras tanto, en la ciudad, los Chendis estaban encargados de todas las tareas de construcción y de los avances tecnológicos que mejoraban los procesos de desarrollo de Crestor a pasos acelerados en comparación con ciudades como Lambar, Glouster e incluso Elsum, la Capital.

El Sub Comandante Theodore Lewis mantuvo un dedo elevado hasta ganar la atención del sub comandante Bernard Dartnell luego de transcurridos algunos segundos.

“¿Cuantos de los Grunters necesitaremos para cubrir todas las tareas de logística que usted expone? Debemos tomar en cuenta de que debemos reservar una cantidad suficiente de Grunters para reforzar las posiciones defensivas en prevención de cualquier alteración, además contaríamos con un control más eficiente si destináramos previamente un buen contingente de Grunters solo a las tareas de logística y los excluyéramos del servicio mientras dure el evento” Preguntó y agregó el Sub Comandante.

“Efectivamente, considero muy acertada su recomendación, además de otorgarnos un mayor control, nos permitirá no mezclar peras con manzanas en sentido de mantener la información de cada evento en mejor resguardo.” Respondió el Sub Comandante Bernard Dartnell.

“Muy bien Comandantes, entonces repasemos las tareas de logística ya expuestas para que no queden dudas y comenzar a asignar las funciones respectivas” Acotó el Comandante General Lionel Sangma, a la vez que hacía una seña al Oficial que fungía como edecán para que se alistara a registrar las decisiones a tomar en el respectivo libro de anotaciones.

“Al finalizar la reunión necesito reunirme en privado con Usted Sub Comandante Lewis. Dartnell y los Comandantes de Combatientes podrán retirarse a sus respectivos comandos a cumplir sus planes operativos de manera rutinaria y por favor recuerden actualizar la información relacionada con cada combatiente debido a la reciente incorporación de los nuevos reclutas, y hago el recordatorio porque aún no la he visto en todo lo que he revisado. ¡La disciplina abarca todos los aspectos de sus actuaciones!”

Con un gran abrazo Lexi y Ava se despedían luego de haber compartido por aproximadamente una hora, acordando incluir a Amelia en su próximo compartir, sin embargo Lexi ya estaba planificando dispensar una visita imprevista a Amelia ese mismo día…


Capítulo Dos



Tres fuertes golpes en la puerta alertaron a Amelia quien se encontraba en la cocina de su vivienda, se apresuró a ver quién tocaba con tanta fuerza a través de una especie de mirilla disimulada que había sido instalada por su esposo, el Sub Comandante Lewis aprovechando un pequeño cristal en forma de prisma que reflejaba la imagen de toda el área externa del porche y que colocó de manera disimulada con la ayuda de una planta.

Abrió rápidamente al ver a Lexi parada frente a la puerta e imaginando que alguna urgencia habría surgido por la forma como golpeó la puerta.

“Amelia entremos y cierra la puerta rápidamente” fue el saludo que dispensó Lexi.

“¿Qué ocurre Lexi, hay alguna urgencia?” Preguntó Amelia disimulando sus nervios.

“No, pero puede haberla si no te pongo al corriente de los hechos”

“Ava vendrá a verte, no sé si hoy, mañana o cuando, pero vendrá”

“¿Pero para qué? ¿Qué desea de mí?” Preguntó Amelia.

“Desea invitarte a que te incorpores a nuestras charlas en el café”

“Pero ¿sabe algo, o tiene alguna sospecha?”

“Estoy segura que no, pero considero que si te niegas a reunirte con nosotras podría despertar sus sospechas”

“Mientras tú estés allí, estaré segura, no me negaré” Respondió Amelia, y luego se quedó pensativa por unos instantes y se llevó una mano sobre la boca.

“¿Qué? Preguntó Lexi viéndola fijamente mientras esperaba una respuesta.

“¿Será que su esposo le ha asignado la misión de averiguar si estamos de alguna manera conspirando?”

“Estoy segura de que no, nadie maneja la información de nuestras actividades y su comunicación con su esposo se limita al saludo, según me ha confesado. Al extremo de que muchas veces se entera de las reuniones de nuestros esposos por algún comentario que yo le haya hecho”

“Bueno y cuéntame acerca de qué hablan ustedes cada vez que se reúnen en ese café, para mantener esa misma línea de conversación”

“Realmente hablamos de todo y de nada, mayormente banalidades de la ciudad o acerca de los territorios, sobre los próximos juegos, o cotidianidades del hogar, sin embargo a veces y de manera inesperada me ha preguntado cosas acerca de la situación de los territorios o sobre alguna decisión reciente que haya dictado el Primer Ministro y es esa la razón por la que me he mantenido alerta. Una simple ama de casa no anda pendiente de ese tipo de informaciones y menos aún si no la lesionan de ninguna manera.”

“Entonces repasaré las recetas de cocina que más domino para ocupar su mente con mis capacidades culinarias, y adicionalmente le hablaré acerca de las técnicas de bordado de los tapices que tanto me gusta confeccionar, ¡la perfecta ama de casa!” Argumentó Amelia guiñando un ojo hacia Lexi.

“Perfecto amiga, ahora invítame un vaso de agua fresca para recuperarme del apuro que me causo venir a verte de inmediato, Recuerda que el factor tiempo es nuestro segundo mejor recurso”.

Al terminar el vaso de agua, Lexi le pidió a Amelia dejarla retirarse por la parte trasera de la casa y así evitar ser vista por cualquier persona mientras salía de regreso a la cotidianidad de su vida doméstica.



“Lewis, ya el tiempo de la acción se aproxima, debemos afinar todos los detalles y sobretodo ser muy precavidos para detectar posibles informantes de Elsum y neutralizarlos silenciosamente". Argumentó el Comandante General Lionel Sangma.

“Sí Señor, ya está todo planificado, las acciones de neutralización también listas y los aliados ya comprometidos” Respondió el Sub comandante Lewis sin ningún titubeo, demostrando la veracidad de sus palabras y la firmeza con que se actuaría en caso de detectarse algún posible infiltrado.

“Recuerda que debemos actuar con la mayor contundencia y rapidez posible para neutralizar cualquier reacción. Que cuando intenten reaccionar toquen nuestras armas, y no las de ellos.” Instruyó con firmeza el Comandante General Lionel Sangma.

“Ya nuestros Grunters están realizando el doble de los entrenamientos cotidianos, a los comandantes de combatientes se les ha instruido acerca de la necesidad de aumentar el nivel de entrenamiento porque se ha observado el aumento de bajas por falta de entrenamiento y condición física adecuada, además de la necesidad de mejorar la capacidad de reacción de nuestras fuerzas en cualquier contingencia que pueda presentarse”

“Excelente Sub Comandante Lewis, no podía esperar menos de usted conociendo su trayectoria y la posibilidad cierta de que más adelante me sustituya en este cargo como bien merecidamente lo tiene. Un nuevo amanecer y una nueva realidad son necesarios en Ramsary y nosotros propiciaremos esos cambios para siempre”.

Ava recordó que debía recoger una tela que había encargado para la confección de un nuevo uniforme para su esposo y otra para unos vestidos que deseaba confeccionar para ella y su hija, por lo que se vio forzada a desviarse antes de llegar a su casa.

“Buenos días bella dama, bienvenida nuevamente”. Le dijo el tendero al verla entrar a la tienda.

“Buenos días, caballero, Vengo a buscar unas telas que encargue y que debían llegar el día de ayer”

“Tiene razón madame, por acá están las telas que ordenó. Hoy pensaba hacérselas llegar con uno de mis hijos a quien le encomiendo las entregas de nuestros mejores y más selectos clientes”

“Muy agradecida por el gesto, ¿le adeudo algo todavía?” Preguntó Ava.

“No madame, ahora si desea para su comodidad puedo pedir a mi hijo la acompañe cargándole sus paquetes sin ningún costo para usted”

“Nuevamente gracias, es usted muy amable”

Al salir Ava de la tienda, el tendero le ordeno a uno de sus hijos seguirla de lejos para averiguar su rutina de regreso a su casa.

El joven caminando a unos 100 metros detrás de Ava disimulaba estar buscando una dirección cuando repentinamente un grupo de tres jóvenes de su edad pasaron en dirección contraria al lado de Ava y le gritaron a Jeremy saludándolo, lo que obligó a Ava a voltear para ver la escena que se le hizo cotidiana para ignorarla antes de seguir su camino, de igual manera Jeremy le dijo a sus amigos que estaba ocupado en ese momento cumpliendo un encargo de su padre y que no podía parar.

Cuando trató de observar nuevamente a Ava, ya no estaba en el camino, se preocupó y se hizo a un lado del camino disimulando que acomodaba algo en una de sus botas para ganar tiempo y pensar mientras observaba que podía ocurrir. Luego de breves minutos y cuando Jeremy se encontraba a punto de retirarse desesperado por el posible fracaso en la tarea encomendada, vio a Ava salir de una casa y reanudar su avance.

“Al llegar a casa buscaré los figurines del uniforme de mi esposo para comenzar los trazos sobre la tela” Pensaba Ava mientras avanzaba distraídamente hacia su casa ya cercana.

Jeremy se detuvo al observar que Ava se encontraba manipulando una cerca para entrar a una casa, su casa finalmente. Luego de unos breves instantes se acercó cautelosamente al cercado cubierto de plantas que rodeaba la casa adonde Ava había ingresado y pudo deducir que esa era su casa pues ella se había descalzado antes de entrar cargando los paquetes de manera desordenada y ya sin mayor cuidado.

“¡Hola hija ya he regresado!” comentó en voz alta Ava cuando entró a la casa haciendo maromas con los paquetes y sosteniendo torpemente sus sandalias con un dedo.

“Mamá Ava” Gritó su hija efusivamente. “Te he extrañado, ¿Qué te demoró tanto hoy? La abuela me dijo que seguro te habías escapado a visitar a papá y que ambos se habrían ido a vivir nuevas aventuras sin nosotras”.

“Nunca Melany, jamás ni en juego las abandonaría. Estuve en la ciudad comprando abarrotes, luego tomé un café con una amiga y finalmente fui a recoger la tela para el vestido que le confeccionaré a una niña hermosa”

“Siii, mi nuevo vestido, Te Amo mamá desde este momento sé que luciré hermosa. Desde el mismo momento en que tomaste las medidas y lo dibujaste sobre aquel trozo de papel ya lo sabía” respondió alegremente Melany.

“Será el vestido más bello de todo Ramsary” comentó Ava.

“¿Y adivina quién también estrenará uniforme?” Preguntó

“Papá, él también lucirá muy apuesto en su nuevo uniforme”

De regreso en la tienda Jeremy convocó a su padre a la oficina y le contó que la mujer había hecho una parada breve en una casa en la que entró camino a su propia casa y luego de unos minutos había salido y reanudado la marcha.

“¿Alguien te vio?” Preguntó su padre

“Aparte de tres amigos que correteaban por ese camino, no. Además el detenerme a saludarlos sirvió para disuadir cualquier sospecha que la dama pudiera tener de mi a pesar de la distancia que nos separó en todo momento”

“Muy bien muchacho, si lo decides, serás un gran Grunter” le comentó su padre, orgulloso por la forma de actuar de su hijo y ante la posibilidad de que al finalizar su adolescencia se incorporara a las fuerzas defensivas como un Grunter.

Ya transcurrido el día el Sub Comandante Theodore Lewis y el Sub Comandante Bernard Dartnell conversaban amenamente acerca de los venideros juegos y como los mismos representaban una nueva oportunidad para establecer alianzas con las otras ciudades. Comentaban también acerca de unos problemas surgidos en la ciudad de Lambar con algunos comandantes de combatientes que se habían revelado y pretendían deponer al Comandante General de esa ciudad.

“Realmente considero desafortunadas las decisiones tomadas por esos Comandantes de Combatientes” Opinó el Sub Comandante Dartnell viendo fijamente al Sub Comandante Lewis.

“Las investigaciones revelarán cuales fueron sus motivaciones, debido a que conociendo los beneficios inherentes a sus cargos dificulto que hayan estado molestos. Sin embargo estoy consciente de que algún hecho o situación motivó sus actuaciones” Ripostaba Lewis a Dartnell.

“Si, habrá que indagar la información que cada uno aporte durante los interrogatorios y buscar todas las ramificaciones para eliminar cualquier foco de esa rebelión que permanezca activo.”

“Dispensaré una visita cordial al Sub Comandante Cross para indagar en el suceso” comentó Lewis mostrando interés en el asunto, y levantándose de su asiento ya dispuesto a regresar a su hogar debido a la culminación de la jornada.

De camino a la salida se dió un paseo a través de las barracas pasando una revista de manera disimulada a las actividades que en ese momento cumplían los Grunters y sus respectivos Comandantes. En una de las Barracas fue observado y saludado por el Comandante de combatientes Carl Biorg quien se acercó rápidamente y luego de saludarlo marcialmente le informó acerca de todas las actividades que su personal de Grunters estaba cumpliendo en ese momento.

“Comandante de Combatientes Biorg Señor, cuento con 130 Grunters cumpliendo tareas de mantenimiento operacional, Señor. Hoy más listos que nunca, cuente Usted con nuestra Lealtad y preparación, Señor”

“Excelente Comandante, llegada la necesidad de acción contamos con usted y sus hombres para alcanzar, sobrepasar y consolidar todos los objetivos” Le respondió devolviéndole marcialmente el saludo.

A la Salida del Comando General de Crestor le fueron rendidos los honores correspondientes y al concluir la breve ceremonia abordó un carro de guerra que se encontraba siempre dispuesto y con escoltas para trasladar a los jerarcas militares cada vez que necesitaran movilizarse desde o hacia el Comando General.

El ruido emitido por el tránsito del carro de guerra alertaba a los ciudadanos que caminaban por las calles, al pasar frente a la tienda de telas llamó la atención de Jeremy quien se incorporó rápidamente para asomarse a las ventanas de la tienda a observar el paso del carro de guerra sin dejar de concentrarse en la figura del Sub Comandante y volviéndose hacia su padre para preguntarle que debía hacer para llegar a ese grado militar.

“Padre, ¿Qué debo hacer para llegar al grado de ese oficial y ser yo quien sea trasladado sobre ese carro de guerra?”

“Hijo, lo primero es que te conviertas en un Grunter y ya formando parte de las fuerzas, apliques al cargo de oficial” Respondió su padre sin dejar de mostrar interés en la inquietud de su hijo y acercándose a él, mientras imaginaba al joven uniformado en un futuro no muy lejano.

“Es una carrera que exigirá tu disciplina y abnegación, y sé que tienes lo necesario para triunfar”

“He observado cuanto entrenan en los campos del cuartel general y siento entusiasmo al pensar en formar parte de los Grunters” comentaba como pensando en voz alta.

“Mañana te asignaré una misión hijo. Me contaste que la señora que el día de hoy llevó las telas había estado dentro de una vivienda durante su trayecto de regreso a su casa. Entonces voy a necesitar que averigües quien vive allí, cuantas personas y de ser posible a que se dedican quienes allí habitan. Es de suma importancia contar con esa información.

“¡Cuente con eso Padre!” Respondió mientras retomaba las tareas que previamente cumplía.

“Amelia” llamó en voz alta el Sub Comandante Theodore Lewis luego de despedir a la tripulación del carro de guerra y entrar a su vivienda.

“Amor acá estoy” respondió suavemente Amelia secándose las manos sobre el delantal que vestía sobre sus ropas.

Se abrazaron y luego de un beso, él se dirigió a su habitación a sacarse las botas y la pesada chaqueta del uniforme mientras ella se retiraba el delantal para dejar al descubierto su llamativo vestido.

“La tina está lista para ti si deseas darte un baño antes de cenar” Comentó Amelia señalando en dirección del baño.

“Así lo haré deseando tenerte a mi lado en la tina” Respondió su esposo mientras la tomaba de una mano para no permitirle salir.

“Pero iba a terminar de preparar la mesa…”

“La noche será larga y los estómagos podrán esperar”

Ante el agarre de su esposo, Amelia se dejó llevar y se acercó a él, sentándose sobre sus piernas y besándolo en la boca antes de que él pudiera reaccionar, robándole cualquier iniciativa que pudiera tener planificada.

Luego de besarlo se levantó rápidamente y corrió hacia el baño tomando la delantera mientras su esposo permanecía en la habitación quitándose las demás piezas del uniforme antes de dirigirse al baño. Mientras caminaba hacia el baño se preguntaba la razón del gran silencio que provenía del recinto. Al entrar no vio a Amelia, quien segundos después emergió del agua de la tina entre risas y chapoteos.

La expresión facial de Amelia causó una gran sorpresa a Lewis quien inmediatamente profirió grandes carcajadas al ver el color rojo de la cara de su amada casi ahogada de esperar oculta bajo el agua.

Amelia arrojo agua con ambas manos sobre su esposo antes de que el lograra entrar a la tina.

Ya tranquilos y disfrutando del baño Amelia comenzó a contarle a Theodore sobre su día y la visita intempestiva que le había dispensado Lexi.

“Hoy vino Lexi a visitarme, me quería alertar acerca de una invitación que me hará Ava para que compartamos una tarde de café en los próximos días”

Theodore volteó a verla directamente a los ojos con asombro conociendo los riesgos que implicaba que ella se reuniera con la esposa del Sub Comandante Dartnell, por la fama que tenía de ser una mujer inquisitiva y que manipulaba todas las situaciones hasta obtener cualquier fin que persiguiera.

“Debes ser muy cuidadosa cuando hables con ella, pues tiene la capacidad de Manipular a las personas hasta obtener lo que sea que ande buscando”

“No te preocupes amor, como la perfecta ama de casa que soy, solo se hablar sobre los quehaceres del hogar” le contestó guiñándole un ojo.

“De cualquier manera no le des ningún detalle de nuestras vidas o de nuestros sueños y deseos, hazle sentir que tenemos una vida aburrida e insulsa en comparación a lo que puede ser su vida personal” le instruyó Theodore a Amelia.

Theodore arrojó de improviso una gran cantidad de agua sobre Amelia tomándola desprevenida y dejándola boquiabierta buscando recuperar la respiración.


Capítulo Tres



El Sub Comandante Arthur Cross preparaba un reporte detallado de los problemas acaecidos con algunos comandantes de combatientes que se habían revelado pretendiendo deponer al Comandante General de esa ciudad. Todo había sido muy rápido pero igual de rápido se retomó el control de la ciudad, evidenciándose con esa acción que las fuerzas leales eran superiores a las fuerzas rebeldes. Se adelantaban ahora todas las indagaciones necesarias para develar si todos los participantes habían sido tomados prisioneros o si quedaba alguno infiltrado dentro de las filas de los leales.

Las instrucciones fueron precisas y exactas con respecto a la condena que recibirían los involucrados, sería una condena aleccionadora para todos los miembros de componentes militares o policiales, sin embargo el hermetismo que consiguieron durante las investigaciones preliminares hacía suponer que había sido un hecho aislado y que solo involucró al reducido número de oficiales que ya estaban detenidos.

“Jamás supe de un golpe de estado exitoso que involucrara a solo 3 Comandantes de Combatientes con una docena de tropas participando”. Comentó agriamente el Sub Comandante Arthur Cross al recibir los detalles de las investigaciones adelantadas, sin dejar entrever su suspicacia al respecto de esa aventura. El movimiento subversivo había sido ciertamente rápido pero sin fuerza, sin embargo habían llegado hasta las instalaciones adónde pensaban se encontraba el Comandante General de la ciudad, les había fallado la inteligencia del movimiento llevándolos a un sitio aislado, error que facilitó las acciones desarrolladas por las fuerzas leales para retomar el control de la situación.

“Bienvenido Sub Comandante Theodore Lewis, ¿a que debo el gran honor de su visita? Un viaje de improviso desde Crestor hasta Lambar ha de tener un objetivo importante y preciado de lograr. Siéntase cómo en su propia ciudad.

Levantó una mano el Sub Comandante Arthur Cross hacía un Guardia de Comando quien acudió inmediatamente al llamado. “Traiga una jarra de vino y dos copas.”

“Muy bien Lewis, soy todo oídos”

“Estimado Sub Comandante he venido desde Crestor para obtener detalles acerca del levantamiento ocurrido acá, nos llegó la información y no escatimamos ningún detalle que pueda servirnos para mejorar nuestra inteligencia en el caso de nuestros Comandantes de Combatientes y nuestros Grunters, además de permitirnos prevenir cualquier falla que podamos presentar con nuestros oficiales o tropas.”

“En realidad y de acuerdo a la información que hemos recabado, parece que fue más una aventura pretendiendo deponer al Comandante General Jhon Franco, sin embargo no contaban ni con el personal suficiente, ni con las armas necesarias, además de que la inteligencia del movimiento cometió un error garrafal y los envió a los aposentos orientales creyendo que el Comandante General se encontraría allá y una vez aislados en ese sitio fueron detenidos todos sin mayores inconvenientes.”

“Llamativos todos los detalles”

“Efectivamente, y a pesar de parecer un hecho aislado nosotros no dejaremos cabos sueltos en nuestra investigación.”

“Muy importante, cada pieza de información, cada detalle por minúsculo que pueda parecer, será una pieza del rompecabezas definitivo de toda la acción”

“Una vez que terminemos de recabar toda la información pasaremos a decidir el destino que le espera a los conspiradores.”

“¿En otro orden de ideas, cómo se preparan sus hombres para los juegos que celebraremos dentro de pocas semanas?” preguntó el Sub Comandante Lewis, para aligerar el ambiente por demás cargado.

Levantando su copa hacia Lewis le ripostó: “Más listos que nunca antes”. Este año, la delegación de Lambar va dispuesta a ganar todas las justas que se celebren.

“Pues salud por eso” respondió el Sub Comandante Lewis emulando el ademan realizado antes por el Sub Comandante Cross.

Todo en Lambar parecía estar tranquilo, la actividad comercial, el movimiento de las personas en sus actividades rutinarias, no se observaba nada de preocupación en los ciudadanos, todo el ambiente de la ciudad estaba tranquilo, quizá hasta reflejaba cierta alegría, simplemente como si no hubiera ocurrido nada o el reflejo de una esperanza silenciosa por un ansiado cambio. La sensación de agobio que llevaban los habitantes quizá había conseguido liberar un poco la presión contenida dentro de ellos mismos durante sus vidas.

“Estimado amigo Cross es necesario analizar las motivaciones que llevaron a estos Comandantes de Combatientes a poner en riesgo sus carreras, su trayectoria y a sus Grunters”

“Considero que develaremos todos los detalles del movimiento, así como todas las ramificaciones e involucrados por muy ocultos que se encuentren, ya mis hombres de inteligencia están indagando en todos los gremios para recabar información y atar cabos.”

“Trabajo acertado Cross, trabajo acertado. Las actividades que ustedes cumplan acá nos brindaran aprendizajes a los demás Sub Comandantes de todos los territorios de Ramsary para mantenernos vigilantes y que ninguna acción similar nos tome desprevenidos”

“Sí, esa es una inquietud que ha estado revoloteando en mi cabeza desde que logramos sofocar la intentona. Por qué hasta ahora el Primer Ministro Cliff no ha enviado a ningún emisario a indagar con nosotros e informarle de primera mano, alguien de su total confianza.”

“considero que su labor ha sido lo suficientemente precisa y acorde a los hechos ocurridos, hasta donde se usted ha actuado de manera rápida y oportuna en el esclarecimiento de todo el asunto.”



“Lewis espero me acompañe a tomar el almuerzo y así podamos conversar acerca de todo los que está en desarrollo en estos momentos con relación a los juegos por venir”

“Por supuesto, además de aprovechar mi visita para recorrer Lambar que tenía cerca de tres años que no visitaba y mantengo buenos amigos en su ciudad”

Luego de un rápido recorrido por las instalaciones, el Sub Comandante Arthur Cross le pidió al Sub Comandante Lewis que le acompañara a presenciar uno de los interrogatorios que se realizaba en una pequeña sala ubicada en el mismo pasillo que transitaban como parte de su trayecto.

“Lewis no le garantizo que lo que vea sea censurable o no, todo depende de la colaboración que esté prestando el prisionero cuestionado”

“Ningún problema con eso.”

Al acercarse a la puerta, un Grunter que resguardaba la entrada adoptó enérgicamente la posición de firmes a la vez que saludaba marcialmente a ambos oficiales.

“Interrogatorio en proceso ¡Señor!”

“¡Permítanos pasar Grunter!”

“Adelante Señor”

Abriendo la puerta cuidadosamente el Grunter se apartó para permitir el ingreso de ambos sub comandantes para luego cerrar la puerta detrás de ellos y permanecer en su puesto externo.

Dentro de la pequeña sala semi oscura y debajo de una gran lámpara de aceite se encontraba una robusta mesa de madera frente a la cual estaban sentados tres miembros de las fuerzas de inteligencia, solo uno tomaba notas de todo lo que se le preguntaba al prisionero y de lo que este respondía mientras los otros dos interrogaban y analizaban las respuestas y le formulaban nuevas preguntas en base a lo declarado. El prisionero atado a una silla a tres metros de la mesa no tenía mayores posibilidades de moverse, su preparación física y mental era evidente por su apariencia y el aplomo con el que respondía. Cada una de sus respuestas era emitida hacia el interrogador de forma diáfana y clara, acompañada de una mirada sostenida a quien le interpelara, evidenciando la decisión del prisionero en lo que había hecho.

“Nuestro movimiento no puede catalogarse de subversivo de ninguna manera, actuamos bajo la plena convicción de lo que es mejor para la mayoría de los habitantes de Lambar. Respetuosamente los insto a hablar con cualquier ciudadano en la taberna, en el mercado o en el templo de oración y podrán verificar mi declaración al respecto. La mayoría está convencida que nuestro nivel actual de vida está muy por debajo de la realidad cuando analizamos todas las riquezas que nuestro suelo produce y que están siendo llevadas a Elsum solo para beneficiar de manera obscena al Primer Ministro de Ramsary y su camarilla. Y estoy convencido que mi condena será más por mis palabras que por mis actos”

Al escuchar estas palabras el Sub Comandante Arthur Cross tocó el brazo del Sub Comandante Lewis y le hizo un ademan para retirarse de la sala.

Más tarde en el comedor del cuartel general los Sub Comandantes se encontraban ya ubicados frente a la mesa esperando ser servidos para tomar los alimentos.

“Es interesante ver cuán determinado esta ese Comandante de Combatientes en establecer su motivación, habrá que esperar a las declaraciones de los demás para sacar conclusiones.”

“Lewis creo que lo que dicen es la evidencia de lo que siente la gente en sus hogares en sus momentos íntimos. Tomo cada palabra como motivo de análisis y corrección sin querer sonar de acuerdo con los tres Comandantes de Combatientes involucrados y lamentablemente debo ser radical en cuanto a la sanción a aplicarles.”

“Cada detalle de información con un significado, reducirá la incertidumbre o nos permitirá aprender más sobre el movimiento y sus reales motivaciones. Toda esta información nos orientará a las acciones posteriores al reducir el margen de incertidumbre con respecto a nuestras nuevas decisiones.”

En ese momento entraron cuatro sirvientes portando las bandejas de comida para ambos comensales, liderados por el jefe de cocina, quien al llegar a un lado de la mesa recitó el menú.

“Muy buenas tardes, presento para su consumo y disfrute una deliciosa crema de vegetales salvajes originarios de los campos de Lambar como apertura, Cochinillo al horno con patatas panaderas aderezadas con ajos, hojas tiernas de laurel, tomillo, sal, pimienta negra y una gran Proción de un fino aceite de oliva traído desde el medio oriente por mercaderes árabes.”

Luego de esto los cuatro sirvientes procedieron a colocar los alimentos en forma muy organizada sobre las diferentes áreas de la mesa, y al terminar dos de ellos se encargaron de atender y servir de manera refinada los alimentos, comenzando por la crema de vegetales esperando alguna señal del comensal cuando considerase suficiente la ración que le estaban sirviendo.

“Buen apetito Sub Comandante.”

“Muy buen apetito a usted mi honorable visitante.”

Ya finalizado el almuerzo, ambos Sub Comandantes compartieron cuentos de la academia mientras terminaban de consumir el vino que quedaba sobre la mesa.

“¿Y qué otra actividad tiene programada para cumplir en Lambar? Y por supuesto ¿Cómo puedo ayudarle? ¿Necesita alguna escolta, alojamiento o cualquier cosa?”

“Muy amable de su parte Cross, solo requiero alojamiento por los próximos dos días para visitar a algunos amigos que viven en esta ciudad.”

“Hecho.”

Luego de haber compartido el almuerzo el Sub Comandante Cross se excusó para retirarse a su comando a atender los asuntos inherentes a su cargo mientras preguntaba nuevamente si necesitaría algún escolta que le acompañara por la ciudad.

“Cross no intentes enseñarme como estar seguro en Lambar pues he estado acá más veces de las que imaginas, pero nuevamente muchas gracias. Lo que queda pendiente es saber adónde me alojaré estas dos próximas noches”

“Hostería Juliette, allí le atenderán cuando usted llegue, ya todo está coordinado.”

“Nuevamente siéntase en su casa.”

Concluyó con un fuerte estrechón de manos y un saludo marcial posterior que fue correspondido inmediatamente por el Sub Comandante Lewis.


Capítulo Cuatro



El agudo sonido de la campanilla de la entrada alertó a Amelia quien a través de la mirilla disimulada que había sido instalada por su esposo observó el no muy agradable perfil de Ava escudriñando todo lo que había en el frente de la casa. Amelia se apresuró a responder, mientras recordaba todo lo conversado con Lexi en su visita durante días pasados.

“Un momento por favor”

Luego de un breve momento y ya habiéndose librado del delantal que portaba previo a la llegada de Ava, Amelia abrió la puerta fingiendo una gran sorpresa.

“Ava, pero que inmensa sorpresa recibirla en mi humilde morada”

“Gracias Amelia estaba apreciando sus hermosas plantas. ¿Puedo pasar?”

“Por supuesto que sí. Considérese mi invitada de honor”

Respondió Amelia, indicándole a Ava por dónde dirigirse a través de la casa hasta un patio lateral con el ambiente perfumado a azahar adónde había una hermosa mesa campestre con sillas de espaldar labrado ubicada debajo de una amplia sombrilla.

“Que hermosa estancia” expresó con evidente sorpresa Ava, quien nunca antes se había aventurado a visitar a Amelia a quien consideraba una mujer dedicada únicamente a su hogar.

“Muchas gracias, considero que este es un pequeño paraíso que me regaló mi esposo cuando nos mudamos a esta casa desde los campos remotos. La vida de los combatientes es por demás abnegada pero cuenta con sus bien merecidas bondades.”

“Ciertamente Amelia.”

“Sí me dispensa, debo ir a alistar el agua para una infusión y traeré biscochos de frutas para acompañarnos mientras la atiendo”

“Adelante Amelia, sin embargo no debes molestarte, gracias.”

Amelia se retiró a la cocina y coloco al fogón un caldero conteniendo agua, bayas de saúco secas, una pequeña porción de mirtilo, flores secas de hibisco, bayas secas de espino blanco y una porción de ralladura fina de naranja.

Tomó un tamiz de tela suave y una vasija, mientras que sobre una bandeja colocó dos tazas, dos cucharitas una jarrita de miel y un plato con diez biscochos alargados en forma de listoncillos de madera color chocolate punteados de pequeñas porciones de frutas, para dirigirse hasta la estancia y dejar todo allí en espera de la infusión que se preparaba en ese momento.

“Nuevamente esta es una muy agradable sorpresa, pues por lo general no recibo muchas visitas en mi casa. La s personas están muy ocupadas con sus propias vidas y tienen el tiempo comprometido en sus propios quehaceres.”

“Tiene razón Amelia, sin embargo suelo romper las rutinas y hacer cosas nuevas que me permitan compartir con diferentes personas de nuestra ciudad de manera inesperada.”

“Sobretodo inesperada, pero a la vez muy grata su visita para mí que me dedico en cuerpo y alma a mi hogar y a mi esposo.”

Se retiró Amelia a la cocina y tomo el caldero cuyo contenido ya hervía, luego coló cuidadosamente todo el contenido y el aroma frutal invadió el ambiente, luego se dirigió a la estancia perfumada a azahar y el aroma de la infusión se mezcló con el aroma original y creo una combinación de olor por demás refrescante y cautivador que llamó la atención de Ava, quien hizo un ademan cerrando sus ojos y moviendo levemente su cara hacia arriba mientras aspiraba el delicioso aroma.

“Amelia está comenzando a cautivar mis sentidos con esa deliciosa y desconocida mezcla de aromas, me obligará a visitarle con más frecuencia. Quizá el resto lo hagan esos tentadores biscochos que siento que están ansiosos por ser comidos.”

“Ja, ja, ja, rió Amelia mientras pensaba que no le agradaba la sugerencia y comenzaba a verter la infusión en ambas tazas. En un momento le explicaré como disfrutar de la infusión y los biscochos para que nunca más olvide esta grata experiencia.”

“Ya la estoy disfrutando y ni siquiera los he probado.”

Al finalizar, Amelia le recomendó mezclar solo 1 cucharadita de miel con la infusión, para dar pequeños mordiscos a los biscochos y una vez triturados dentro de la boca, tragarlos y beber un sorbo de la infusión para inundar el paladar y disfrutar de los sabores resultantes antes de tragarla.

“¡Huuuum!, realmente delicioso Amelia, me temo que tendrá que confiarme los secretos de su cocina”

“Secretos de Tradición familiar”

“Muy bien Amelia mi visita de hoy está motivada por el deseo que le manifesté en días pasados a Lexi, con quien suelo asistir al “Café Antiguo Crestor” adonde solemos compartir una delicia que allá preparan llamada “Vigoroso” y que para gran pesar de ellos acaba de ser destronado como lo mejor que había probado en mi vida. Solo me pregunté varias veces a mí misma, y ¿por qué no incorporar a Amelia a nuestras escapadas de la rutina?, ¿por qué no alejarla un poco de sus oficios del hogar y que disfrute una pausa tal y como solemos hacer nosotras? Esperando lógicamente no ponerla en aprietos con su esposo o nadie de su familia, claro está.”

“Esa es una excelente idea, me encanta y me siento honrada de que así lo proponga. En mi hogar mantengo una comunicación muy franca y directa con mi esposo y él me ha insistido en varias oportunidades que debo salir de casa, que debo socializar más con la gente, sin embargo, es mi naturaleza, quizá mi crianza influyó en que sea yo una mujer reservada y a quien quizá perciban con aires de autoridad.”

“Está bien cada quien es cómo es y eso se respeta. Pero, ¿le parece que la propuesta de acompañarnos le satisfaría?”

“Por supuesto que sí, cuenten con mi participación como nueva miembro de sus ¡escapadas de rutina!”

Al instante Ava terminó de beber la infusión y se levantó, a lo que Amelia sorprendida reaccionó levantándose también.

“¿Se retira?”

“Sí, debo ir a casa a atender a mi pequeña hija Melany de seis años quien está al cuidado de mi madre que ha visto por ella desde que nació y a quien le estaré eternamente agradecida por su dedicación tanto a mí como a mi hija.”

“Es una bendición contar con los abuelos.”

A lo que Amelia le pidió esperarla mientras tomaba una servilleta de tela y envolvió con la misma cinco biscochos que habían quedado enteros sobre el plato para enviárselos a la niña.

“Este es un presente para su pequeña hija y su madre de mi parte.”

“muy agradecida Amelia, aunque le confieso que será bastante duro para mí no comerlos por el camino y llegar sin nada a casa,” comentó riendo.

En la “Hostería Juliette” ya esperaban al Sub Comandante Lewis cuando llegó. Fue atendido por una chica hermosa de estatura media contextura delgada y cabello castaño oscuro quien se presentó a sí misma como Aurora la hija de Juliette, la joven dueña de la hostería.

“Soy Aurora, la hija de Juliette. Mi madre me ha encomendado que le entregue este paquete contentivo de la lencería de cama y de baño que usted necesitará durante su estancia. Al momento que usted nos indique enviaremos a una de nuestras mucamas a tender su cama, si desea cenar la cena ya está disponible.”

“Muchas gracias joven dama. ¿Cuál será mi habitación?”

“Le asignamos la última habitación al fondo del pasillo, por ser la mejor de toda nuestra hostería, bienvenido.”

“Nuevamente gracias, en caso de necesitar algo acudiré a usted. ¡Buenas noches!

El primer canto de gallo anunciaba la hora de levantarse a Lewis quien llevaba una agenda oculta que cumplir visitando a amigos y familiares que vivían en Lambar.

Una vez vestido y antes de salir echó mano de una hogaza de pan y la rellenó con una buena porción de Khlea que era una carne seca especiada de ovejo que preparaba su esposa, una receta que había aprendido de unos antecesores árabes quienes cortaban las porciones de carne en tiras y la marinaban con comino, cilantro y ajo y las dejaba desecar al sol por varios días. Era una excelente fuente de las proteínas que tanto necesitaba para mantenerse vigoroso y activo durante días, los próximos dos días serían bastante exigentes. Luego de comer, enjuagó su boca con agua en primer lugar y sacó una pequeña botella de licor, de la que tomó un sorbo y luego de nuevamente enjuagar toda su boca, lo tragó.

Al salir notó que Lambar era una ciudad no tan diferente de Crestor, sin embargo a tan tempranas horas lucía silenciosa, misteriosa y triste bajo los matices de luz de las antorchas ubicadas en lo alto de los muros a lo largo de las calles, ya la claridad del alba comenzaba a aparecer tímidamente en el horizonte.

Al final de la calle pudo observar a un hombre que venía bajando y apagando las antorchas según un ritual que evidenciaba su práctica en el asunto, cuando pasó a su lado pudo observar que el hombre hizo un discreto intento por ver la cara del transeúnte que a su lado pasaba a esa hora.

Luego de caminar por diferentes calles llegó a una casa de mediano tamaño a través de cuyas ventanas se observaban luces en su interior, golpeo en tres sucesiones de tres golpes a la puerta cada vez, un código que había acordado la familia desde hacía mucho tiempo para indicar a los residentes que era otro miembro de familia quien llamaba a la puerta. Sonidos sobre la madera de la puerta le indicaron que alguien ya maniobraba desde adentro de la vivienda para abrir la pesada puerta.

Una figura de mujer apareció al abrir la puerta y sus grandes ojos enfocaron a Lewis por un breve instante.

“¡Teeeeeooo!” grito la mujer mientras dibujaba una gran cara de felicidad en su rostro.

“July, ¿cómo estás? Me encuentro en Lambar desde ayer, sin embargo se me hizo imposible dispensarles la visita que les había prometido hacía seis meses cuando fueron a Crestor. Heme acá y aprovéchame pues solo estaré dos días incluyendo hoy.” Respondió abrazando nuevamente a su única hermana.

“Siempre tan ocupado hermano. Deberías programar un tiempo para ti y Amelia, se lo merecen.”

“Bueno, mientras Ramsary necesite de mis servicios, allí estaré.”

“Lo sé hermano, siempre has sido muy dedicado a tus cosas, pero recuerda que una pausa de descanso es también necesaria para aclarar los pensamientos.”

“Tienes razón July, sin embargo en este momento hay muchas cosas gestándose, los juegos inter ciudades, el intento de rebelión que hubo acá y los aprendizajes que podamos obtener del hecho. Por cierto ¿Recuerdas al hijo del fallecido Comandante George Buckland?”

“Por supuesto, él está comprometido con mi mejor amiga y nos vemos con frecuencia.”

“Excelente, necesito que lo veas hoy y le digas que le tengo información del medallón y lo esperaré en la Hostería Juliette, pero necesito que solo el aparte de ti sepa eso, adicionalmente te agradezco verifiques si las cajas de aparejos de guerra que guardé hace unos años en el cuarto secreto se encuentran intactos. ¿Cuento contigo, hermana?

“Totalmente, ahora siéntate a la mesa mientras te atiendo. Te prepararé desayuno caliente para que puedas cumplir todas las tareas cualesquiera que sean que debas cumplir.”

Lewis se sentó frente a la mesa ocupando el lugar preferencial y asumiendo el puesto destinado al jefe de la familia, sacó un pedazo de pergamino adonde llevaba varias anotaciones y comenzó a revisarlas en silencio y a hacerles marcas con un cálamo, una a una cada línea repasada recibía una marca y muy pocas quedaban sin marcar.

“¡Servicio hermano!” pronunció en voz alta July mientras rodeaba la mesa cargando dos bandejas con comida y frutas.

“Me disculpo,” respondió Theodore, mientras enrollaba el pedazo de pergamino y guardaba el cálamo en una especie de alforja que llevaba consigo para luego acomodarse frente a la mesa.

“Puedes comer tanto como desees además de que te prepararé una porción para que lleves.” Y se sentó a su lado en la mesa dispuesta a tomar el desayuno junto a su hermano.

Y así transcurrió la velada matutina entre risas y comentarios.

El Sub Comandante Arthur Cross revisaba todas las declaraciones que hasta la fecha habían obtenido sobre la rebelión ocurrida, mientras trazaba mentalmente las conexiones entre los participantes, la rapidez y sigilo con que habían actuado seguía llamando su atención de manera particular, parecían haber aplicado una nueva estrategia en la ejecución de la operación y ninguno de los involucrados había mencionado nada al respecto a pesar de estar colaborando en divulgar todos los datos de información que hasta ahora habían suministrado o se le solicitaban.

Inclinándose sobre la mesa, poso su frente sobre sus manos mientras trataba de ver más allá de las escrituras, escudriñando cada declaración, cada frase. Tenía que obtener algún detalle que le sirviera para descubrir algún eslabón débil en la cadena de hechos.

Con un fuerte golpe sobre los manuscritos detuvo su análisis y se levantó de su silla viendo al vacío evidentemente decepcionado.

La puerta del comando se abrió inesperadamente y el Sub Comandante Cross le ordenó al Grunter que le asistía que llamara al interrogador de nombre Lucas Fraisser, quien fungía como jefe del grupo de investigadores y estaba emparentado con él.

“¡Ordene Señor!” expresó el interrogador Lucas Fraisser al llegar.

“Fraisser sé que pareciera que hemos conseguido mucha información, pero en realidad siento que no nos sirve de nada todo lo que han declarado los involucrados, también sé que no hemos necesitado presionar de ninguna forma a los detenidos debido a que han colaborado ampliamente diciéndonos donde se reunían, como se coordinaban y como seleccionaron a todos los participantes pero considero que todavía existen muchos cabos sueltos. Suspendan todos los interrogatorios y reunámonos de inmediato.”

“Grunter, ubíqueme al Sub Comandante Tom Francis de inmediato.”

“Sí Señor.”

El Sub Comandante Cross estaba ideando lo que a su entender sería un plan maestro para terminar de descubrir los detalles que aun desconocía y que consideraba cruciales para develar el alcance de la acción frustrada.

“Como siempre July, la comida estuvo deliciosa pero debo salir a visitar a algunas amistades y buscar algunos encargos que me hizo Amelia, podríamos reunirnos mañana en la tarde para despedirme de esta visita y por favor no olvides lo que te encargue.”

“Tranquilo Teo considera que ya está hecho.”

Luego de un abrazo y de haber organizado nuevamente su alforja, Theodore Lewis tomó su camino con rumbo desconocido desde la casa de su hermana July.



Ya llegaban los interrogadores cuando ingresó al comando el Sub Comandante Tom Francis.

“Señor, Sub Comandante Francis reportándome a su llamado”

Con un ademán de aprobación con su cabeza, Cross señalo hacia una silla ubicada a su lado invitándolo a tomar asiento. Con el mismo ademan saludaba a cada uno de los interrogadores que llegaban uno a uno hasta que el jefe de interrogadores Lucas Fraisser le informó que ya se encontraban todos presentes.

“¡Grunter!” exclamó en voz alta hasta que el Grunter que le asistía en el comando se detuvo en la puerta del comando.

“Ordene Señor.”

“Retírese al Patio y cierre la puerta de acceso a la oficina del Comando, nadie debe ingresar hasta que terminemos a esa oficina y mucho menos acercarse a la puerta de mi comando.”

“Sí Señor.” Saludó marcialmente y giro sobre sus pies para cerrar la puerta, luego de breves segundos se escuchó el cierre de la otra puerta y el golpe al colocarle el cerrojo respectivo.





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Los Territorios de Ramsary se encuentran bajo el dominio y las decisiones tomadas en su ciudad Capital, Elsum. Desde allí el Primer Ministro de Ramsary, Alex Cliff ejerce su poder de manera despótica sobre los demás territorios, aprovechándose de que ostenta un cargo anacrónicamente hereditario que no solo le otorga el privilegio del poder sino la hegemonía de su ejercicio sin piedad alguna hacia ningún habitante, lo que ha encendido una creciente molestia y odio de la mayoría de los habitantes, quienes en la intimidad de sus pensamientos anhelan cambios para un futuro más próspero y mejor.

Los habitantes aspiran alcanzar mejores condiciones de vida en todos los territorios que una vez fueron motivo de alegría, felicidad y progreso, La Gema del Oriente como antiguamente se conocía en todo el mundo oriental, el Gran Ramsary.

Luego de muchos años, algo se está gestando silenciosamente pero a pasos agigantados para forzar ese anhelado cambio…

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